Guillermo Schulz y Schweizer
Guillermo Schulz y Schweizer nació el 6 de marzo de 1805 en el establecimiento minero de Wilhelmshöhe, en la región de Habichtswald, cerca de Kassel (Alemania). Su padre era por aquel entonces capataz de las minas de Wilhelmshöhe, en las que se explotaban desde el siglo XVI los lignitos terciarios.
Al lado de su padre fue obteniendo unos primeros conocimientos prácticos sobre la industria minera. Completó su formación en el Instituto de Kassel y posteriormente en la Universidad de Göttingen, en la que ingresó con 18 años, y donde cursó sus estudios de minería. Los estudios prácticos los realizó en las minas del Harz, Turingia y Sajonia, finalizando la carrera en 1824 con un examen especial en las salinas de su patria nativa. En Göttingen, zona minera por excelencia, se estudiaba la Mineralogía y la Geometría Subterránea, pasando por las aulas de esta célebre Universidad personajes tan importantes como Abraham Werner (1750-1817), que fue profesor de la Escuela de Minas de Freiberg y principal defensor del neptunismo, o Alexander von Humboldt (1769-1859), padre de la geografía moderna. Fue alumno del famoso mineralogista Johann Friedrich Ludwig Hausmann (1782-1859), profesor de Mineralogía, Minería y Tecnología en la Universidad de Göttingen desde 1811, y con el que mantuvo siempre unas estrechas relaciones profesionales y de amistad.
Comienzo de sus actividades profesionales en España
La emancipación americana supuso para la Hacienda española, de la cual dependía administrativamente la minería, quedar privada de los ingresos que proporcionaban los metales preciosos americanos. Por esta razón vuelven los ojos hacia la olvidada minería peninsular de la mano de Fausto de Elhúyar (1755-1833), descubridor del wolframio junto a su hermano Juan José. Elhúyar fue profesor de Metalurgia y Mineralogía en el Seminario de Vergara, en 1786 fue nombrado Director General de Minería de Nueva España (Méjico) y Profesor de Mineralogía, donde fundó el Real Seminario de Minería y presidió el Tribunal de Minería.
A su regreso a España en 1822 inspiró la Ley de Minas de 1825, propició la creación de una Dirección General de Minas, de la que fue su primer director, y abordó los trabajos preliminares para la fundación de la Escuela de Minas.
Es considerado el principal artífice del renacimiento de la industria minera en España. En 1824 le fue encomendado a Elhúyar un estudio de las posibilidades mineras de la comarca granadina de Las Alpujarras. Consecuencia de ello fue la contratación en 1825 por una compañía angloespañola del joven ingeniero alemán Guillermo Schulz, probablemente recomendado por su profesor de la Universidad de Göttingen J.F.L. Hausmann.
Éste pasó luego a conocer las minas de Linares (Jaén) y Almadén (Ciudad Real), y a su vuelta a Madrid se encontró con Elhúyar y con el Ministro de Hacienda, Luis López Ballesteros, quienes le encargaron realizar un viaje de inspección a diferentes centros minerometalúrgicos europeos con el fin de completar su formación profesional, para posteriormente incorporarse a la recién creada Dirección General de Minas.
Schulz y la geología de Galicia
Su primer cometido en España fue el levantamiento del mapa petrográfico de Galicia, iniciado en 1832 y que culminó en dos fases: en 1834 la cartografía geológica (Mapa Petrográfico) y en 1835 la Descripción geognóstica del Reino de Galicia.
El esfuerzo que supuso para Guillermo Schulz realizar el estudio geológico-minero de Galicia fue sin duda importante, como lo atestiguan sus pormenorizados relatos en algunos de sus cuadernos de campo. En ellos se puede apreciar la generosidad y el desprendimiento con el que señaló importantes yacimientos de minerales (oro, wolframio, estaño, lignito, etc.), que comenzaron a ser explotados mucho tiempo después de que él los hubiera descubierto. Además, describió de una forma cruda y sincera, sus opiniones acerca del paisaje humano, con atinadas críticas al carácter de los gallegos de entonces.
Schulz en Asturias
En 1834 se crea la Comisión Geognóstica para la formación del mapa petrográfico de Asturias, y se designa a Schulz como director de la misma. Entre 1834 y 1838 Schulz se dedica casi por completo al Principado. Al igual que le sucedió en Galicia, la falta de una base topográfica sobre la que plasmar sus observaciones geológicas, hizo que tuviera que levantar primero un mapa topográfico. Schulz termina su mapa topográfico a escala 1:127.500 en 1855.
Aunque se apoyó en algunos pequeños trabajos de la Marina y de ingenieros que estaban diseñando infraestructuras, su labor en esta tierra de relieves acusados fue ingente. A la par que realizaba el mapa topográfico, Schulz tomaba notas de la geología del Principado, que reunió en la Descripción geológica de la provincia de Oviedo, publicada en 1858, obra fundamental de la geología asturiana de la época. La Descripción contiene una notable información geológica de los distintos materiales presentes en la superficie del territorio, ordenados cronológicamente, con noticias fidedignas relativas a las sustancias útiles y a las aguas minerales. Con frecuencia las descripciones vienen ilustradas con referencias paleontológicas propias o comunicadas por sus contemporáneos.
La publicación del mapa de Guillermo Schulz marca un hito en el campo de la cartografía geológica de España. Fue el primer mapa que se levantó a nivel provincial y sirvió de modelo más tarde para los mapas que realizaría la Comisión del Mapa Geológico de España tras su reorganización en 1873. Su propio presidente, Manuel Fernández de Castro, afirma en 1876: “Oviedo tiene el mejor mapa geológico de cuantos se han hecho [en España]”.
Formador de mineros y cargos en la Administración
Desde su llegada a España, la preocupación de Schulz por la formación de profesionales de la minería fue constante. La idea concebida por Elhúyar de ubicar en Madrid la Escuela Especial de Minas de Almadén, fue apoyada por Schulz en 1834 al ser elegido miembro de la Comisión encargada para ese asunto, junto a su buen amigo Lorenzo Gómez Pardo.
Como resultado de ello, el Real Decreto de 23 de abril de 1835 manda establecer en Madrid la Escuela de Minas, en la que Guillermo Schulz no pudo participar como profesor por sus obligaciones de Inspector de distrito en Galicia y Asturias. Más tarde, entre 1854 y 1857 fue su director.
Durante su estancia en Asturias no ceja en su empeño de promover la formación de capataces mineros y de buenos obreros que pudieran emplearse en las empresas mineras asturianas. A Schulz se debe la creación de la Escuela de Capataces Mineros de Mieres del Camino que, aunque ya fue contemplada en la Ley de Minas de 1849, no quedó establecida hasta 1853 y no fue inaugurada oficialmente hasta 1855. Tanto el Reglamento como el Programa de estudios fueron redactados por el propio Schulz.
Años más tarde, aun cuando desempeñaba otros importantes cargos en la Administración, no quiso dejar completamente de lado el tema de la enseñanza y en 1857, con el apoyo del Ministro de Fomento, Claudio Moyano, fue nombrado Vocal del Consejo de Instrucción Pública. Este cargo lo desempeñó hasta 1868, cuando ya hacía siete años que se había jubilado de sus responsabilidades como funcionario de la administración española.
Entre 1853 y 1857, Guillermo Schulz simultaneó estos tres importantes cargos: Director de la Escuela de Minas, Presidente de la Comisión del Mapa Geológico de España y Presidente de la Junta Facultativa de Minería.
Como Director de la Escuela de Minas de Madrid logró mejorar los planes de estudios, preparó un nuevo reglamento y consiguió la mejora y ampliación de los laboratorios. Consecuencia de ello fue el incremento del número de alumnos.
Cuando cesó en la dirección quiso seguir de forma desinteresada con una nueva cátedra de Enciclopedia Minera, que no pudo desarrollar por falta de tiempo. Desempeñó este cargo entre 1853 y 1857. Como Presidente de la Comisión del Mapa Geológico impulsó la realización de los bosquejos de los mapas geológicos de Madrid, Segovia y Palencia, realizados por Casiano de Prado, o del de Valencia, por Federico de Botella.
Se ocupó de las aplicaciones prácticas de la geología, creando la Comisión de Geología Industrial, iniciándola con sus aplicaciones a la minería. Así, se estudian importantes cuencas carboníferas (San Juan de las Abadesas, Espiel, Belmez, Orbó y Sabero) con el fin de impulsar su desarrollo industrial. Desempeñó el cargo entre 1854 y 1857.
Como Presidente de la Junta Facultativa de Minería, además de las tareas administrativas y técnicas propias del cargo, tuvo actuaciones íntimamente ligadas con el poder legislativo. Fue coautor de varios proyectos de ley, entre ellos los de la nueva Ley de Minas, o la Ley de Aguas. Desempeñó el cargo entre 1853 hasta su jubilación.
Jubilación y retiro en Aranjuez
Schulz sufrió un gran desánimo ante las posibilidades de un mejor funcionamiento de las instituciones estatales. Ello podría haber hecho mella en su espíritu y haber motivado las sucesivas dimisiones de sus cargos de responsabilidad.
A los 55 años de edad, y después de 30 años de dedicación a la investigación y a la gestión en la Administración española, el 2 de enero de 1861 solicita el retiro voluntario para iniciar su jubilación. Sabemos que su inquietud por el conocimiento del territorio nacional, así como las encomiendas que le siguen haciendo para diferentes trabajos, motivaron que no permaneciese ocioso durante su etapa de jubilado, ya que se disponen de noticias de proyectos de trabajo realizados posteriormente a su jubilación, como el trazado de nuevas redes viarias.
Igualmente se ocupa de la actualización de su descripción geognóstica de Galicia, que no llegó a publicarse, y de la segunda edición del mapa topográfico de Asturias, del que no vio su publicación al aparecer un año después de su muerte. En una fecha indeterminada entre 1871 y 1875 (quizá más próxima a esta última), Guillermo Schulz se estableció en Aranjuez. Allí falleció la madrugada del 1 de agosto de 1877 de un derrame cerebral a los 72 años de edad.
Fue enterrado en el cementerio de esta localidad, y en la lápida de su sepultura se podía leer: «Los restos mortales de D. Guillermo Schulz, Inspector General Primero de Minas. Era incansable en procurar el bien público, servir a amigos y conocidos y socorrer a los necesitados. Murió pobre, pero sin deudas, a los setenta y siete años de edad el 1º de agosto de 1877. R.I.P.»
Más información:
- Rábano, Isabel y Truyols, Jaime, 2005. Miscelánea Guillermo Schulz (1805-1877). Instituto Geológico y Minero de España, Madrid.
- Rábano, Isabel, 2007. Expedientes de concesiones mineras de Guillermo Schulz (1805-1877) en el Archivo Histórico Provincial de Lugo, años 1834 y 1836. Boletín Geológico y Minero, 118 (1), 141-145.
- Rábano, Isabel, 2015. Los Cimientos de la Geología. La Comisión del Mapa Geológico de España (1849-1910). Instituto Geológico y Minero de España, Madrid, 329 pp.
- Rábano, Isabel. Guillermo Schulz (1805-1877)