El “cráneo verde” de la mina “El Milagro”
El “cráneo verde” de la mina “El Milagro” (Asturias)
Si hay una pieza emblemática entre las que forman las colecciones del Museo es el conocido como “cráneo verde” o “cráneo del minero”. Su llamativo color se debe a que su superficie se ha transformado en sales de cobre, pues fue encontrado en el interior de una explotación muy antigua de cobre en Onís (Asturias) hacia 1850, durante la reactivación minera del siglo XIX en España.
El cráneo, de unos 19×12 cm, está constituido por materia ósea y teñido de un intenso verde por sales de cobre. No ha sido analizado mineralógicamente aún, con lo cual no sabemos con precisión de qué mineral se trata: siempre se ha dicho que es malaquita (carbonato de cobre muy común) pero bien podría tratarse de pseudomalaquita (fosfato de cobre), de brochantita (sulfato de cobre), de arseniatos como la bayldonita, olivenita, etc., o de una mezcla de ellos, todos de color verde.
Fue donado a la Escuela, junto con otras piezas encontradas en la misma mina El Milagro (una mandíbula verde de 13 cm correspondiente a otro individuo, un martillo minero de asta de ciervo de 14 cm y un hacha plana de bronce de 17 cm) por Guillermo Schulz hacia 1854. También visitó la mina el ingeniero y pionero de la arqueología en España Casiano de Prado a instancias de su amigo y colega Guillermo Schulz, y atribuyó los restos a lo que denominó periodo Calcolítico (una etapa entre el Neolítico y el Bronce, que después ha venido a llamarse Edad del Cobre, aunque permanece la denominación Calcolítico también).
Se estudiaron cráneo y mandíbula en 1916 por Francisco de las Barras, determinándose por las denticiones, que en aquellos días aún se conservaban, que se trataba de dos individuos diferentes, siendo el más joven el del cráneo. Posteriormente se dataron como de alrededor del 2000 a.C., rebajándose algo la edad intuida por Prado y siendo más acorde con un Bronce temprano en la Península.
En estudios posteriores, como por ejemplo el de Alberto Martínez (puedes acceder al mismo aquí) en 2011, se discute que, al menos debieron recuperarse restos de 5 individuos, de los cuales uno se conserva en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), dos en el Museo Arqueológico de Oviedo y los dos del Museo Histórico Minero Don Felipe de Borbón y Grecia de Madrid. Debió tratarse de enterramientos (y no de accidentes de laboreo) de personas vinculadas al trabajo de la obtención del cobre. Se puede concluir, por tanto, que se trata de los restos más antiguos de mineros de la Península.