Joaquín Ezquerra del Bayo (1793-1859)
Natural de la villa gallega de Ferrol, donde nació el 11 de septiembre de 1793, era hijo del capitán de navío navarro José Ezquerra y Guirior, que falleció en 1801 en la batalla de Algeciras, en la que tropas francohispanas se enfrentaron a la armada inglesa. Como reconocimiento al esforzado comportamiento de su padre, en 1802 Carlos IV otorgó al joven Ezquerra el título de “Caballero Paje del Rey” y le pensionó para estudiar en el Real Colegio de Pajes hasta los dieciséis años, donde se formó en matemáticas y ciencias físico-naturales.
En 1810 se exilió a Francia acompañando al secretario de José I; allí permaneció hasta la restauración absolutista de Fernando VII en 1814. A su regreso se encontró con graves dificultades económicas, pues tenía además que auxiliar a su madre viuda, y obtuvo en 1817 una pensión de la Corona. Esto le permitió poder asistir a clases de dibujo en la Academia de Nobles Artes de San Fernando, y de pintura con Vicente López.
En 1821, Joaquín Ezquerra ingresó en la Escuela de Caminos, en la que obtuvo, al año siguiente, el grado de auxiliar. Como consecuencia del cierre de la Escuela en 1823 por los acontecimientos políticos, le anularon la pensión y fue desterrado por un año. Se refugió nuevamente en Francia, donde continuó su perfeccionamiento como dibujante, habilidad que luego aplicó en su carrera profesional años más tarde.
A partir de 1826 su trayectoria se encauzó definitivamente hacia la ciencia y la técnica. Tras dirigir durante 1826 y 1827 las fábricas de vidrio de Aranjuez, en 1828 fue comisionado por la Dirección General de Minas para estudiar en la Academia de Minas de Freiberg, junto con Felipe Bauzá y Rafael Amar de la Torre, en un plan diseñado por el director general de Minas, Fausto Elhuyar, para el perfeccionamiento de los ingenieros españoles. En este reputado establecimiento sajón pasó cinco años formándose como ingeniero de minas.
Durante esos años fue comisionado por el rey, junto con Bauzá y Amar, para describir los criaderos de carbón en Asturias y su posibilidad de transporte a los puertos existentes en esa época para su distribución. Fruto de ello, en 1831 presentaron la memoria titulada “Minas de carbón de piedra de Asturias”.
Ezquerra ingresó en el cuerpo de Minas como ingeniero segundo en 1835, dando comienzo a su carrera profesional a los 41 años de edad. Poco después fue nombrado profesor de laboreo y mecánica aplicada en la Escuela de Minas de Madrid, recién creada por Real Orden de 23 de abril de 1835 e inaugurada en enero de 1836, en la que impartió clases hasta 1844, cuando fue ascendido a inspector general del cuerpo de Minas. Durante su etapa docente, publicó una de sus obras más conocidas, “Elementos de Laboreo de Minas” (1839, con una segunda edición en 1851), que tuvo un gran impacto, llegando a ser el tratado más utilizado en el siglo XIX en España.
Además de su labor docente, y antes de la creación de la Comisión del Mapa Geológico de España, Ezquerra también contribuyó de una manera muy significativa al conocimiento geológico del país. Tuvo que sortear graves dificultades logísticas, como era la ausencia de bases topográficas, o la existencia de una muy deficiente red de comunicaciones o de transportes que facilitasen los trabajos de campo. Realizó estudios “geognósticos” en Palencia, Zamora, Navarra, cuenca del Duero y el Moncayo.
Entre 1850 y 1857 acometió la tarea de elaborar un trabajo sintético de la geología de España, publicando en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales a lo largo de cinco entregas su “Ensayo de una descripción general de la estructura geología del terreno de España en la Península”. Previo a finalizar esta obra, Ezquerra publicó en 1851, en Alemania, el primer mapa geológico de España.
Hombre de ideas liberales, sus estancias en Francia y Sajonia, así como sus viajes por otros países europeos, le hicieron ser una persona avanzada, a semejanza de otros contemporáneos suyos en el cuerpo de Minas, como Casiano de Prado, Lorenzo Gómez Pardo, Rafael Amar de la Torre o Francisco de Luján. En 1847 fue el introductor en España de la modernidad en las ideas geológicas a nivel global al traducir los “Elementos de Geología” de Charles Lyell, edición que completó con unas “adiciones sobre los terrenos de España”.
Tras una vida muy laboriosa, sometida a los “azares consiguientes a las turbulencias del siglo” ─en palabras de uno de sus biógrafos─, falleció de disentería en su casa familiar de Tudela el 14 de agosto de 1859.
Más información
Ayala Carcedo, F.J. 1993. Bicentenario de Joaquín Ezquerra del Bayo (1793- 1859), eminente ingeniero de minas-geólogo. Boletín Geológico y Minero, 104 (2), 99-107.
Ezquerra del Bayo, J. 1839. Elementos de laboreo de minas. Imprenta de Salvador Albert, Madrid, 447 pp.
Ezquerra del Bayo, J. 1844. Adiciones al laboreo de minas e industrias mineras [Manuscrito, Biblioteca Digital Hispánica, Biblioteca Nacional de España]